martes, 24 de mayo de 2011

El misterio de las 19:07:58

Texto publicado en @librediario el 13 de mayo de 2011.

El estruendo de los disparos dejó a todos perplejos. María Marta ya estaba muerta Sobrevino un silencio sepulcral. Sus asesinos contemplaban la escena. No había nada que hacer.

19:07:58. Un teléfono suena. Se desarrolla una apática conversación perturbada por un extraño balbuceo. De fondo se escucha.

-"¿No la ves? (voz de mujer).

-"¿Alguien va a llamar?" (vos de hombre).

-"Tenela".

-"Tocala y te vas a dar cuenta" (voz de mujer).

-"Cerra la puerta. Sí, está muerta" (vos de hombre).

-"Dale... vamos". (voz de mujer)

A los minutos del crimen, la mansión de country El Carmen intentó volver a la normalidad. Pero ya era tarde. Los familiares de María Marta comenzaron a llamar para todos lados. Estaban desesperados. Cada una de las comunicaciones quedaron grabadas en el sistema de autocontrol de la empresa de medicina prepaga. Con el tiempo, los investigadores detectaron esos murmullos sospechosos y fueron por más. Un equipo de expertos en sonido de la Gendarmería Nacional aisló, en un segundo plano, las voces de las personas que hablaban en la grabación de la conversación telefónica. La misma escucha en la que Carrascosa pedía una ambulancia. La que se dio exactamente a las 19:07:58.

“Los sonidos pueden separarse como en capas, y es así cómo se hace más fácil poder escuchar lo que cado uno dice en una conversación. Inclusive cuando hay sonidos de fondo que exceden el diálogo principal”, explicó uno de los expertos que participó de la pericia. Y eso es lo que hicieron. Utilizando un programa de computación diseñado por el Conicet, separaron con filtros especiales las palabras de Carrascosa, las de Guillermo Bartóli y las de una misteriosa mujer. La familia siempre sostuvo que la voz femenina pertenecía a los sollozos comentarios de la masajista Beatriz Michelini. Pero la fiscalía consideró que era la voz de Irene Hurtig. Cabe destacar que Bártoli siempre reconoció que fue él quien hizo esas afirmaciones en un intento de reanimar a María Marta. Pero en la cinta, se escucha una voz de mujer que dice "Dale, vamos", comentario que se puede interpretar como una propuesta para a huir de la escena del crimen. ¿Quién era esa misteriosa mujer?. Los fiscales creen tener la respuesta. Por eso piden la detención de Irene Hurtig. Si efectivamente se comprueba que la hermanastra de María Marta era la mujer que hablaba con Bártoli se sabrá, entonces, quienes fueron los tres primeros en llegar a la escena del crimen aquel domingo a las 19.07.58.

El Anguila

Texto publicado en @librediario el 12 de mayo de 2011.

Sus movimientos atléticos le permitían escalar lo que se proponía. Se movía como un gato en la oscuridad de la noche. Sigiloso pero efectivo, solitario pero letal. Siempre lograba su objetivo macabro. Sus ataques se habían convertido en un ritual truculento. Repetía cada dos meses esa rutina obsesiva y perversa. Después paraba un tiempo. Descansaba, hacía changas como soldador y, una vez más, volvía a atacar. Así fue la vida de Marcelo Angel Fasano estos últimos años. El Anguila -como le decían en su Escobar natal- vivió al límite. Se había ganado ese apodo a fuerza de movimientos electrizantes. Era imparable, igual que las “anguilas de río”, las mismas que pueden emitir descargas terribles para cazar a sus presas. Así era Fasano. Pero un día, su seguidilla furiosa se terminó.

Ayer un investigador me acercó parte del expediente. Estuve horas leyendo los testimonios de las víctimas. Recorrí sus relatos escalofriantes. Descubrí a un personaje de conductas compulsivas y aberrantes. No recuerdo antecedentes de un violador serial como éste.

Desde 1995 hasta el año 2009 violó al menos a 51 mujeres en 42 hechos distintos, ya que en algunas oportunidades atacó en forma conjunta. Este número no se extendió porque El Anguila estuvo preso cuatro años. Cayó por robo. En Devoto nadie se enteró de que era un violador compulsivo sino sus días hubieran sido interminables.

La modalidad sorprendió a policías y funcionarios judiciales. Actuaba como un "hombre araña" que escalaba e irrumpía a los departamentos en horas de la madrugada mientras las víctimas dormían. Las ataba de pies y manos, vendaba sus ojos para que no lo vieran y el algunos casos elegía con que ropa interior las ultrajaba.

Esta semana comenzó a ser juzgado por cinco casos ocurridos en la zona norte del Gran Buenos Aires. Es sometido a proceso ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 de San Isidro, integrado por prestigiosos jueces como Raúl Alberto Neu, Mario Eduardo Kohan y Ezequiel Igarzábal.

Fasano llegó preso al debate. Acusado de cinco casos de "abuso sexual con acceso carnal" y "robo calificado por el uso de armas y escalamiento". Los hechos ocurrieron en 1998 y 1999, en las localidades bonaerenses de Olivos, Martínez y San Fernando. En la práctica, las pruebas colectadas exponen una conducta de sometimiento sexual gravemente ultrajante. En casos como éstos la teoría penal describe como la ausencia de la voluntad de la víctima es reemplazada por la del criminal. También se hace referencia a la prolongación en el tiempo del abuso y al carácter degradante que los hechos pueden tener para las mujeres sometidas.

Todo esto describe a El Anguila.

Fasano se encuentra procesado con prisión preventiva por otras 11 violaciones cometidas en Capital Federal. De acuerdo a la investigación, el imputado cometió los ataques en dos períodos distintos: entre 1995 y 2001 y entre 2007 -cuando salió de la cárcel-, y 2009.

Los detectives los descubrieron porque fue dejando rastros en cada ataque. Ayer sentado en el banquillo de los acusados escuchó petrificado la acusación. Quedó mudo, tiezo. Cómo sus víctimas después de cada violación.

jueves, 12 de mayo de 2011

Narcotráfico, amas de casa y el ferretero

Texto Publicado 10 de Mayo de 2011 en Diario Libre

En el conurbano existen cocinas donde sólo se termina de procesar la “pasta base” que viene de Bolivia. El experimento se llama “cristalizar”. En improvisados laboratorios se mezcla la masa hecha a base de hojas de coca con una serie de productos químicos. El resultado: clorhidrato de cocaína lista para ser fraccionada y vendida.Los especialistas en narcotráfico saben que la Argentina no es un país de producción primaria pero también afirman que hay un verdadero agujero negro en materia de precursores químicos. El control sobre su comercialización es claramente ineficiente y funcional al negocio ilícito. Pero hay más. Cualquiera puede comprar en la ferretería de su barrio la mayoría de los insumos que se mezclan en el armado de la cocaína. Se trata del “combo narco”. Así lo llaman los estudiosos de la materia.

En el allanamiento de La Reja, encontraron en manos de Fabían Gustavo Molina Barrero más de seis precursores diferentes. Entre las cajas de cartón que incautó la policía había éter etílico, cloruro de metileno, soda caustica, acetona, ácido sulfúrico y clorhídrico. Es, al menos, inquietante saber que cada uno de estos químicos son lícitos y de uso doméstico. Imaginemos una escena cotidiana en cualquier barrio de la periferia de la Capital Federal. Veamos. Un ama de casa advierte que la pileta para lavar los platos está tapada. Entonces, llega la ferretería de su barrio y pide un producto para destapar los caños. Es muy posible que el ferretero le recomiendo que se lleve un kilo de soda caustica. Ahora bien, supongamos que esa misma señora tenga que hacer una limpieza profunda del piso de su patio donde quedaron pegados restos de cemento tras haber realizado algunas refacciones en su casa. En la misma ferretería, o en cualquier supermercado, va a conseguir fácilmente el famoso ácido muriático (clorhídrico), un desincrustante también de uso doméstico. Nadie podría dudar de las buenas intenciones de esa ama de casa en busca de soluciones rápidas para su hogar. Pero esa señora acaba de comprar sin ningún tipo de control dos de los precursores químicos más buscados por el narcotráfico. Así de fácil, aunque suene exagerado.

Nuestro país intentó establecer un mínimo control a este festival de productos químicos. Pero como muchos intentos regulatorios, éste también quedó a mitad de camino. El 8 de junio de 2005 se promulgó la ley 26.045 que contempla la creación de un Registro de Precursores químicos en el ámbito de la SEDRONAR. La idea era controlar el comercio de los insumos. Pero está más que claro que el poder de vigilancia del estado no es suficiente. No alcanza con llenar cada tres meses una planilla que vaya uno a saber a dónde van a parar. Tras seis años, la ley nunca fue reglamentada y por ende es imposible hacer cumplir las sanciones aplicables a los que respeten la normativa. Por ahora los narcos pueden seguir comprando los precursores en la ferretería del barrio. Igual que la señora que tiene un caño tapado.

jueves, 5 de mayo de 2011

El día que buscaron a Bin Laden en Argentina

Sucedió ocho días después del cruento atentado que derribó las Torres Gemelas. En Argentina, corría la primavera del 2001, cuando Martha Valazza ingresó a la Casa de Gobierno por la entrada principal. Nadie imaginaba que esa mujer que se ufanaba de ser vidente llevaba en sus manos una disparatada misiva que iba a generar uno de los hechos más bochornosos de la historia policial argentina. La mujer de casi 60 años entró convencida y dejó la nota escrita de su puño y letra. En la misma, afirmaba que Osama Bin Laden -por entones el terrorista más buscado del planeta- se escondía en un barco anclado en el Río de la Plata. En el documento, se puntualizaban coordenadas y se señalaba a una embarcación frente al Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery. También se hacía referencia a la protección que supuestamente le brindaba la Prefectutra. Esto que bien podría ser una verdadera broma de mal gusto y que no resiste un serio análisis investigativo fue tomado en cuenta por los pesquisas de las causa AMIA que durante casi dos meses perdieron tiempo y plata buscando en la costanera al hombre acusado de derribar las Torres Gemelas. Inclusive el episodio forma parte de la Causa AMIA. Por entonces, la investigación por el brutal atentado a la comunidad judía era investigador por el Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA), encabezado por el polémico comisario Jorge “El Fino” Palacios. La nota bizarra iba dirigida al ex presidente Fernando De la Rúa y la vidente cerraba la carta diciendo que se dedicaba a ver “el más allá”. Sin embargo, el por entonces juez federal Juan José Galeano avaló los procedimientos policiales que incluyeron un breve viaje en gomón en busca del barco de Bin Laden. Basta con sólo imaginar la cara de los tradicionales pescadores de la costanera al ver los movimientos de los federales para entender como fue investigado por la policía el mayor golpe criminal que recibió nuestro país. Martha Valazza fechó la nota el 19 de setiembre del 2001. En el gobierno se tomaron casi un mes en enviarle la nota a la policía. Ni bien “el fino Palacios” se enteró decidió con un extraño olfato policial dar los primeros movimientos investigativos. Fue entonces cuando envió al policía Adrián Gonzálo Corvalán a realizar una increíble “inspección ocular”. En la foja 106.126 de la causa AMIA, a la que tuvo acceso LIBRE se reporta en forma minuciosa el procedimiento. "Que comisionado por la superioridad de este Departamento, y con motivo de las presentes actuaciones se constituyó en el aeropuerto metropolitano Jorge Newbery con el objeto de realizar una inspección ocular de la costa del Río de la Plata, con el objeto de detectar si se encontraba anclado frente al mencionado aeropuerto un buque en el que pudiese estar Bin Laden, arrojando dicha diligencia resultados negativos a la inspección ocular asistida mediante binoculares".
El 18 de noviembre de 2001 la vidente Marta Valazza declaró en la causa AMIA. Esta vez aseguró que el terrorista estaba refugiado en una casa que había sido de su familia frente al Paraná Min, en el Delta Argentino. Por esos días, los investigadores ni se tomaron el trabajo de revisar en el legajo de esta mujer oriunda de San Fernando. Con sólo “caminarla”, como se dice en la jerga policial, se hubieran dado cuenta que Valazza tenía una causa pendiente por estafa y una denuncia aún más disparatada contra el por entonces juez federal de San Isidro Roberto Marquevich. En esta presentación que increíblemente llegó al Consejo de la Magistratura, la vidente sostenía que el magistrado “era hijo del Padre Pedro y por ende (sic) nieto del Fûrer Adolf Hitler”. El dato nunca fue confirmado. Pero en este caso las autoridades judiciales fueron más prudentes y no realizaron ninguna inspección ocular.

(Texto publicado en LIBRE el 5 de Mayo, 2011)